En un vistazo:
- Diagnóstico: Cáncer de mama en etapa 1, ER positivo HER2 negativo
- Régimen farmacológico: 4 rondas de AC, seguidas de 12 rondas de Taxol
- Brenna dice: «Cuando me di cuenta de que funcionaba, me dio algo de lo que sentirme orgullosa. Puede parecer una tontería, pero conservar mi cabello fue parte de vencer al cáncer»
Brenna es profesora de secundaria y madre de cuatro niños pequeños de 9, 7 y dos gemelos de 5 años. La vida es ajetreada y Brenna está muy ocupada, por lo que el diagnóstico de cáncer le cayó como un rayo.
Diagnóstico y tratamiento de Brenna
A Brenna le diagnosticaron cáncer de mama en etapa 1, ER positivo HER2 negativo, justo después de cumplir 41 años.
«Sin antecedentes de cáncer en mi familia, nunca imaginé que esto me pasaría a mí. Estaba muy alterada y pasé por un torbellino de emociones. Sólo puedo explicarlo como las cinco etapas del duelo: quizá estaba de luto por la persona que solía ser antes del cáncer».
Como es natural, a Brenna le preocupaban muchas cosas: «¿Cómo cambiaría mi calidad de vida? ¿Cómo reaccionarían mis hijos? ¿Estaría viva dentro de otros cinco años? No había respuestas ni garantías, y cuando me enteré de que tenía que someterme a quimioterapia, me quedé destrozada».
A Brenna le prescribieron cuatro rondas de AC (Adriamycin Cytoxan) cada dos semanas, seguidas de 12 rondas semanales de Taxol. Un total de cinco meses de tratamiento de quimioterapia en un régimen, normalmente daría lugar a la pérdida completa del cabello.
¿Por qué era importante para usted conservar su cabello?
Brenna explica: «Mi principal preocupación era mi calidad de vida, y estaba dispuesta a intentar cualquier cosa para mantener la sensación de ser yo misma a lo largo de esta experiencia. No quería que mis hijos se preocuparan; quería protegerlos de la ansiedad que yo sentía».
Brenna sabía que si iba a ser capaz de mantenerse positiva a lo largo de esta experiencia, conservar su cabello le ayudaría. Dice: «Soy profesora y hablo delante de la gente todo el día, así que era importante conservar mi cabello. En última instancia, no quería que la gente me tratara de forma diferente o sintiera lástima de mí por lo que estaba pasando».
¿Cómo se enteró del enfriamiento capilar?
Unos años antes, una compañera de trabajo de Brenna había utilizado con éxito la terapia de enfriamiento capilar con Penguin. «Le pedí sugerencias a mi asesora en cáncer de mama y ella también me recomendó Penguin. Pero aunque había conservado su cabello, yo continuaba escéptica.
«Sabía que mi régimen de tratamiento era duro para el cabello, y mi oncólogo tampoco estaba muy seguro. Sólo había otra persona antes que yo, que lo había probado en su centro».
Tras sopesar sus opciones, Brenna decidió intentarlo y se puso en contacto con Penguin. «Un representante de Penguin me llamó una hora después de mi consulta y hablamos por teléfono durante más de una hora. Fue mi representante quien me tranquilizó lo suficiente como para seguir con Penguin. Ella también había usado Penguin Cold Caps y salvó con éxito su cabello con el mismo régimen de quimioterapia que yo. Dijo que, aunque perdió algo de cabello, conservó lo suficiente para que nadie se diera cuenta».
¿Cuál ha sido su experiencia con el enfriamiento capilar de Penguin?
Penguin envió a Brenna los gorros y todo lo que necesitaba. «Mi marido fue mi ayudante oficial, y estuvo genial porque es mecánico y muy preciso cuando se trata de cosas así, así que sabía que podía manejarlo. Obviamente, hace mucho frío, pero definitivamente te acostumbras».
Los resultados de Brenna:
El cabello de Brenna es largo y espeso, y aunque tenía la sensación de haber perdido mucho, no había zonas de calvicie. Dice que conservó lo suficiente para que cualquiera que la viera por primera vez supusiera que su cabello era un poco fino.
«En general, estoy muy contenta de haber utilizado el enfriamiento capilar. Pasar por un cáncer ya es bastante duro, pero conservar el cabello me ayudó a mantener la cabeza en alto y la confianza en mí misma. Cuando me di cuenta de que funcionaba, tuve algo de lo que sentirme orgullosa. Puede parecer una tontería, pero conservar mi cabello se convirtió en parte de la lucha contra el cáncer.
«Ahora, tres meses después, mi cabello es cada vez más grueso y tiene cada vez mejor aspecto. No fue fácil, eso es seguro, pero estoy muy contenta de haberlo hecho».
¿Puede ofrecer algún consejo o sugerencia a los demás a la hora de utilizar el enfriamiento capilar?
Brenna ha proporcionado muchos consejos y sugerencias para quienes estén pensando en utilizar el enfriamiento capilar con Penguin:
- Cabe mencionar que mi cabello recién empezó a volverse notablemente más fino hasta el final de los tratamientos, con un aspecto totalmente normal durante los tres primeros meses.
- Utilicé una redecilla fina para el cabello y discos de algodón ovalados para protegerme las orejas. Me pongo una gasa fina en la línea del cabello para prevenir que se congele. Y, como sugiere Penguin, me coloqué un maxi fino en la frente, corté los laterales por arriba para que no se me pegara al cabello, tirando de él al retirarlo.
- Siga las instrucciones. Si su representante le dice que siga utilizando el gorro durante cinco horas después de la sesión de quimioterapia – HÁGALO. Cuando le digan que comience a utilizar el gorro una hora antes de que empiecen los medicamentos – HÁGALO. No es divertido, pero si desea conservar su cabello, haga exactamente lo que le digan.
- Se necesita mucha dedicación y preparación para hacerlo bien, así que es importante saber que requiere de un compromiso enorme.
- Me lavaba el cabello una vez a la semana con agua fría y utilizaba champú sin sulfatos ni parabenos. Hice todo lo posible por no exponerme al sol y minimizar la sudoración.
- Aunque lo haga todo bien, es probable que pierda algo de cabello.