Nuestra historia
En 1996, Frank Fronda, ingeniero y empresario, tomó conciencia de los efectos devastadores de la caída del cabello causada por el tratamiento de quimioterapia. Se propuso investigar y desarrollar una solución que permitiera a los enfermos de cáncer conservar su cabello tras la quimioterapia.
Frank consultó con algunos de los mejores tricólogos del mundo para comprender las causas de la alopecia inducida por la quimioterapia. Y entonces, aprovechando su formación en ingeniería, desarrolló una terapia pionera que llegaría a la «raíz» del problema.
Su investigación y desarrollo condujeron al diseño y lanzamiento de la terapia Penguin Cold Cap.
Los ensayos iniciales en centros de investigación médica británicos condujeron al primer uso de la terapia de enfriamiento capilar de Penguin Cold Caps en los hospitales de Londres y, posteriormente, en todo el Reino Unido. Pronto surgieron solicitudes de pacientes extranjeros, y Cold Caps estableció su primer centro de distribución en EE.UU. en 2006.
Los gorros Penguin Cold Caps se utilizan actualmente en más de 1,400 hospitales de 56 países y han ayudado a conservar el cabello a más de 25,000 pacientes con cáncer.