Diagnóstico: Linfoma de Hodgkin
Régimen farmacológico: ABVD
Resultados: Conservó entre el 80 y el 90% de su cabello
Morgan dice: «Terminé con una melena entera, y pude llevar el cabello suelto y rizado en el día de mi boda, tan solo cuatro meses después».
A Morgan Lunardi, una diseñadora de interiores de 25 años residente de Oklahoma City, le diagnosticaron linfoma de Hodgkin con sólo 24 años.
Diagnóstico y tratamiento de Morgan
Su tratamiento consistió en ocho rondas de quimioterapia ABVD, seguidas de 20 días adicionales de radioterapia centrada en pecho, cuello y axilas.
¿Cómo se enteró del enfriamiento capilar?
La introducción de Morgan al enfriamiento capilar vino de parte de una amiga que se había enfrentado anteriormente al cáncer. Su amiga compartió sus experiencias sobre el enfriamiento capilar y cómo le había influido positivamente durante su proceso oncológico. Inspirada por este testimonio personal, Morgan decidió explorar la opción del enfriamiento capilar para sí misma.
«Mi amiga, que también luchó contra el cáncer, me habló del enfriamiento capilar. Tenía experiencia de primera mano en el uso de los gorros de enfriamiento y, además, conservó su cabello durante el tratamiento. Escuchar su historia me dio la esperanza de que yo también podría conservar mi cabello», dice Morgan.
¿Por qué decidió seguir adelante?
Para Morgan, el miedo a perder el cabello adquirió una resonancia aún mayor porque tenía prevista su boda en los próximos meses. Además, conservar su cabello no era sólo cuestión de apariencia. Morgan afirma que también se trataba de mantener una sensación de normalidad y privacidad durante un periodo tan difícil.
«Siempre quise mantener mi intimidad lo mejor posible: no quería que los desconocidos del supermercado me miraran y se sintieran mal por mí. Quería preservar la última pizca de normalidad que pudiera». Morgan comparte.
¿Por qué elegir Penguin Cold Caps?
Dada la falta de máquinas de enfriamiento capilar en su hospital, Morgan empezó a buscar proveedores de la técnica manual. Entre las opciones, destacaba Penguin Cold Caps. Las excepcionales críticas y los impresionantes resultados contribuyeron a su decisión.
Cheryl, su representante de Penguin, desempeñó un papel fundamental al proporcionarle apoyo y orientación invaluable.
«Mi hospital no ofrecía las máquinas de enfriamiento capilar, así que tuvimos que buscar que fuera manual. Penguin, con gran diferencia, tenía las mejores críticas y los mejores resultados, además Cheryl, mi representante, fue increíblemente servicial, ¡así que me pareció perfecto!», añade Morgan.
¿Qué te ha parecido el uso de los gorros de enfriamiento?
Morgan nos cuenta que los primeros momentos tras el cambio de gorro fueron todo un reto debido al frío intenso. Sin embargo, con el tiempo, una vez que se acostumbró a una rutina manejable, se hizo más soportable. Dice que lo que le ayudó fue que, durante todo el tratamiento, su marido le proporcionó un apoyo inquebrantable y se hizo cargo de cambiar el gorro.
«Los gorros son muy fáciles de usar una vez que les coges el truco; no son los más agradables durante el primer y segundo cambio pero te acostumbras, ¡y mis días de quimioterapia fueron sencillos!» recuerda Morgan.
¿Cuáles fueron sus resultados?
Morgan afirma que la pérdida del cabello comenzó tras la segunda sesión de quimioterapia y persistió durante varias semanas después del tratamiento. Pero a pesar de ello, conservó una parte sustancial de su cabello, que ella estima entre el 80 y el 90%.
«Se me cayó el cabello a partir del 2º tratamiento de quimioterapia hasta unas semanas después de que terminara. Pensé que no me quedaría cabello. Pero acabé con una melena entera y pude llevar el cabello suelto y rizado en el día de mi boda, tan solo cuatro meses después», cuenta Morgan.
¿Recomendaría Penguin Cold Caps a otras personas?
«Por supuesto», dice Morgan. Recomienda sin reservas el enfriamiento capilar a otras personas que se enfrenten a retos similares. Aunque sugiere contratar a un experto durante la primera y segunda sesión de quimioterapia para mayor tranquilidad, cree que los amigos o familiares pueden adaptarse rápidamente y ayudar con el proceso en las sesiones posteriores.
«¡Sí! Creo que contratar a un experto que ayude a cambiar los gorros en el primer y segundo tratamiento de quimioterapia sería una gran idea para darle tranquilidad, pero después de eso, ¡un amigo o un familiar pueden dominarlo con la práctica bastante rápido!», aconseja Morgan.
¿Tiene algún consejo que ofrecer a las personas que están pensando en utilizar el enfriamiento capilar?
De la experiencia de Morgan se desprenden algunos consejos valiosos para quienes se planteen la posibilidad de utilizar el enfriamiento capilar:
- Asegúrese de que los gorros no estén excesivamente fríos para evitar congelaciones o molestias.
- Controle el malestar inicial paseando y respirando hondo.
- Haga hincapié en la moderación de la temperatura del gorro para disfrutar de una experiencia más cómoda y segura.
«Asegúrese de que los gorros no estén demasiado fríos: a mí se me congeló una pequeña zona en la parte superior de la cabeza y se me cayó el cabello (¡volvió a salir!), pero fue culpa mía y aprendí la lección. Más frío no siempre es mejor», subraya Morgan.
En resumen, la experiencia de Morgan con Penguin Cold Caps fue decisiva para proporcionarle una renovada sensación de control y privacidad durante su batalla contra el cáncer. Le permitió enfrentarse a la quimioterapia con una nueva fuerza y seguridad en sí misma, y finalmente le ayudó a conservar una parte importante de su cabello.
Póngase en contacto
Si está a punto de someterse a quimioterapia y desea más información sobre la cobertura en frío, solicítenos una llamada. Nuestros representantes pueden facilitarle más información y responder a todas sus preguntas. Haga clic aquí, rellene el formulario y su representante local se pondrá en contacto con usted.