En un vistazo:
- Diagnóstico: Carcinoma ductal invasivo de mama en etapa 2A
- Régimen farmacológico: 4 rondas de AC seguidas de 12 de Taxol
- Resultados: Conservó entre el 70 y el 80% de su cabello
- Stefanie dice: «La quimio ya ha terminado y, aunque tengo meno cabello, nadie se imagina que acabo de pasar por 16 rondas de quimio… a menos que yo se lo diga»
Stefanie es una profesora de español de 51 años con familia, marido y un nuevo cachorro al que cuidar. Así que fue un shock cuando recibió el diagnóstico de cáncer de mama en etapa 2.
«No había forma de que un sistema de enfriamiento capilar a base de máquinas pudiera compararse con la técnica manual que utiliza el personal para moldear cada gorro a mi cabeza. La inversión ha merecido la pena».
El diagnóstico y tratamiento de Stefanie
Cuando me diagnosticaron la enfermedad, mi temor inmediato era morir y dejar a mi familia, así como a mi nuevo cachorro. Pero a este miedo le seguía de cerca la idea de perder el cabello.
Para mí, era importante conservar mi cabello si se podía. Sentí que me devolvería el control sobre mi vida. No quería parecer enferma y no quería que la gente me mirara con lástima.
¿Cómo se enteró del enfriamiento capilar?
Me enteré del enfriamiento capilar por mi enfermera, Nicole, en Marin Breast Health en Greenbrae. Ella misma había utilizado el sistema cuando se sometió al tratamiento de quimioterapia. Me recomendó Penguin Cold Caps porque estaba teniendo varias rondas de AC.
La AC es una forma particularmente fuerte de quimioterapia. Penguin es un sistema manual, que funciona mejor que el que se realiza con máquinas, sobre todo para los pacientes con regímenes de quimioterapia más fuertes.
¿Cuál ha sido su experiencia con el enfriamiento capilar?
Mi enfermera, Nicole, me explicó que, aunque Penguin capacitó a su familia para que le pusiera los gorros, me recomendó que contratara a un experto si podía permitírmelo.
Y me alegro mucho de que lo hiciera. Después de haber pasado por el proceso, creo sinceramente que si mi marido hubiera sido mi ayudante, habría perdido bastante más cabello… ¡y sin duda nos estaríamos divorciando ahora mismo!
Después de mis primeros 4 tratamientos con AC, me planteé la idea de cambiar al sistema más económico de enfriamiento capilar con máquina. Pero después de hablar con el experto sobre los pros y los contras, decidí quedarme con Penguin.
La inversión mereció la pena. No había forma de que un sistema de enfriamiento capilar a base de máquinas pudiera compararse con la técnica manual que emplean los expertos para moldear cada gorro a mi cabeza».
¿Qué le pareció el personal que le ayudó?
No podría haber estado más contenta con Theresa, mi representante de Penguin, y quienes me ayudaron con los gorros, Gloria, Alexia y Beth. Fueron profesionales, compasivas y estaban muy bien informadas. Fueron siempre más allá de su función. Creo que sus conocimientos fueron fundamentales para la cantidad de cabello que logré conservar. Además, creo que su apoyo me ayudó a mantener mi salud mental en general.
No tuve que hacer nada, ellas se encargaron de todo. Cada semana se reunían conmigo en el centro de quimioterapia con los gorros y el hielo seco. Se desvivieron por mí, ofreciéndome una almohada o algo de beber, cambiándome los gorros cada 20-30 minutos, y siguieron haciéndolo 4.5 horas después de haber terminado la quimioterapia.
Respondieron a cualquier pregunta que tuve y me dijeron cómo cuidar mi cabello y qué hacer para conservar la mayor cantidad de cabello posible. Todo el personal tienen miles de horas de experiencia, así que saben lo que funciona y lo que no.
¿Qué tal se sentían los gorros de enfriamiento?
Me resultaba muy agradable usar los gorros de enfriamiento. He oído que a otras personas les parecen demasiado fríos y apretados pero esa no fue mi experiencia. Sí, estaban fríos, sobre todo cuando te los ponías por primera vez en la cabeza, pero para ser sincera, mi cuerpo estaba ardiendo por la quimio, así que sentí un alivio.
¿Cuáles fueron sus resultados?
Los resultados fueron mejores de lo que esperaba. Empecé la quimioterapia deseando lo mejor, pero esperando lo peor.
Tengo el cabello muy lacio, MUY fino, sin cuerpo natural. Sin mucho volumen y me llega más o menos hasta la clavícula. Suelo llevarlo ligeramente rizado en las puntas.
Probablemente conservé entre el 70 y el 80% de mi cabello a lo largo de las 16 sesiones. Sí, la quimioterapia AC fue muy dura con mi cabello, Taxol – menos, pero también fue fuerte, y mi cabello es aún más fino. Yo noto la diferencia cuando lo ato, pero la gente me dice que no se nota.
Perdí un poco el cabello alrededor de las orejas, pero empezó a crecerme mucho antes de que terminara la quimioterapia, y creo que se debe a los gorros de enfriamiento.
La quimioterapia ha terminado y, aunque tengo el cabello más fino, sigue largo y con un aspecto saludable. Además no tengo que esperar meses a que vuelva a crecer. De hecho, nadie se imagina que acabo de pasar por 16 rondas de quimioterapia… a menos que yo se lo diga.
¿Recomendaría Penguin Cold Caps a otras personas?
Sí, sin duda recomendaría Penguin Cold Caps a otras personas.
¿Qué sugerencias o consejos puede ofrecer a otras personas que estén pensando en utilizar los gorros?
El enfriamiento capilar requiere compromiso: no es una «solución rápida» que dura lo mismo que la sesión de tratamiento. Requiere cambios importantes en su estilo de vida y, si no está dispuesto a ello, no funcionará tan bien. Por ejemplo:
- No puede lavarse el cabello como antes, peinarlo, teñirlo o aplicarle herramientas calientes para peinarlo: hay que tratarlo con mucha más delicadeza.
- Hay que mantenerse alejado del sol y limitar el ejercicio para evitar la sudoración
- No se puede nadar durante el tratamiento ni durante un buen tiempo después.
Soy una persona activa y me sometí a quimioterapia en verano, así que fue difícil cumplir las normas. Por eso hay que comprometerse antes de empezar.